Joaquín Aguirre

31 de Julio de 2024

Decisiones monetarias en EE.UU. y Chile confirman impacto del costo del dinero en la actividad y menores presiones inflacionarias

Pese a que las autoridades monetarias de ambos países mantuvieron sin cambios sus tasas de referencia, hubo sorpresas contrarias en sus comunicaciones. No obstante, ambas entidades debieran cerrar el año con reducciones en la política monetaria. 

Joaquín Aguirre, CFA
Gerente de estudios
Latincapital Wealth Management

La Reserva Federal fue más “dovish” de lo esperado, mientras que el Banco Central de Chile fue más “hawkish”. En un día en que las autoridades monetarias de Estados Unidos y Chile coincidieron en sus decisiones –ambos mantuvieron sus tasas de política sin modificaciones–, sorprendieron al mercado de manera distinta. No obstante, los análisis de ambas llevan a esperar un escenario con reducciones de tasas simultáneas en lo que queda del año lo que es positivo para los activos.

En Chile, el mercado esperaba mayoritariamente una reducción de 25 puntos base en la Tasa de Política Monetaria, en consistencia con el ciclo de reducciones que se inició justo hace un año. Sin embargo, el Consejo decidió, de manera unánime, mantenerla en sus niveles actuales de 5,75%. El comunicado aludió a que ya se acumula gran parte de las reducciones durante el primer semestre de este año.

El comunicado, a nuestro parecer, fue pobre. No se esgrimen razones contundentes para la mantención de la TPM, por lo que estimamos que la pausa está motivada por las actualizaciones de proyecciones de inflación a raíz de la actualización de las tarifas eléctricas. Recordemos que, de acuerdo al último IPOM, el emisor anticipa 4,2% de inflación para este año y de 3,6% para el próximo. 

No obstante, se debe tener en cuenta que las estimaciones de la tasa neutral de Chile (aquella consistente con la inflación meta), van entre 4,0% y 4,5%, por lo que todavía seguimos en un tranco restrictivo.  Con esta mantención, el Banco Central podría estar arriesgando atrasarse un poco con la flexibilización monetaria frente a una economía que carece de dinamismo.  

Nuestros pronósticos siguen apuntando a la flexibilización monetaria frente a un escenario desinflacionario. La velocidad con que se concretarán nuevas bajas es difícil de predecir, pero mantenemos nuestro pronóstico de 5% para finales de este año, lo que significa una reducción en las tres reuniones de política monetaria que quedan.

El optimismo de Powell

Lo de Chile es contrario a lo que sucedió en Estados Unidos.  Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, mostró hoy un tono mucho más optimista sobre las señales que está percibiendo de los mercados. Señaló que “no parece ser una economía que se sobrecalienta” (“It doesnt look like an overheating economy”). Dio a entender numerosas veces que le gusta lo que está observando, mencionando que, si bien la tasa de desempleo es “baja”, en el margen se observa una normalización del mercado laboral.

Esto, en la entrevista posterior a la decisión de mantener las tasas en el rango actual de 5,25% – 5,5%, en línea con lo esperado.

Con esto, se reafirma el consenso de la primera reducción en la reunión de septiembre, esbozando dos reducciones adicionales para el presente año, lo que significaría descensos en las tres reuniones que quedan del actual calendario.  Esto evidentemente es muy positivo para los mercados y para los activos de países emergentes, como Chile.

Si bien Powell mencionó que la Fed no tiene consideraciones políticas, vemos que un eventual gobierno de Trump podría acarrear riesgos inflacionarios, llevando a que la normalización de la tasa tome algo más de tiempo. Pese a ello, en Latincapital/Sartor, vemos con buenos ojos la trayectoria inflacionaria en EE.UU. Se observa que los excesos de ahorros provocados por la pandemia se acabaron, lo que debería acarrear un mercado laboral más holgado y una inflación más cercana al 2%. Esta dinámica es positiva para los activos en general (bonos y acciones).

El mensaje más “dovish” de Powell en relación a ocasiones anteriores, afianza las expectativas de un inicio de recortes de tasas en septiembre, con lo positivo que esto conlleva, en los activos que dependen de flujos futuros. Para la deuda es igualmente atractivo, porque se apoya la idea de que las tasas largas no subirán, abriendo puntos de entrada atractivos. Además, mejorar los espacios para que el Banco Central de Chile sea más agresivo en sus recortes posteriores. En cuanto al tipo de cambio, esto marca un escenario positivo para el fortalecimiento del peso.

De esta manera, creemos que se genera un ambiente propicio para los activos chilenos, con descensos en los costos del dinero, que debieran concretarse a nivel monetario en las reuniones que vienen tanto en EE.UU. como en Chile.